LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN ¿EXISTE?
Uno de los pilares de una democracia consolidada y de verdad, es que exista la libertad de expresión de sus ciudadanos. Que todo el mundo pueda decir lo que piensa sin que se por ello sufra represión alguna.
En España se critica que los medios privados están al servicio de unos partidos o de los poderes económicos y que los públicos están orientados por los que gobiernan ya sean en el Estado, en las Autonomías o en los Municipios.
Entonces, ¿existe de verdad la libertad de expresión o está en manos de unos pocos y al servicio de los que les pagan?
Sí, es cierto que los tiempos en los que unos periodistas investigaban sobre todo a los que gobernaban, a los que ostentaban el poder e incluso hacían caer a presidentes como el caso de Nixon (Caso Watergate fueron reporteros del Washington Post Bob Woodward y Carl Bernstein), y que los medios ejercían de equilibrio de fuerzas, parecen que han pasado a la historia.
Pero también es verdad, que de todo lo que se ve hoy en día en los medios de comunicación, respecto a la corrupción y que día tras día salen casos, es precisamente eso, que aunque tarde, hoy podemos decir que tenemos a una Infanta en el banquillo de los investigados, a tesoreros de partidos políticos, a fundadores de partidos y ex honorables presidentes autonómicos, a responsables sindicales, tanto en el norte como en el sur como en el este y en el oeste, de nuestro país. Donde los medios pese a no ser “libres” del todo, han tenido mucho que ver en que salgan a la luz pública y que se les hayan llevado ante la justicia.
Por desgracia hay países que amparándose en que los medios privados están en poder de unos “lobbys” al servicio de unos intereses, pretenden prohibirlos y que los medios estén controlados por el Gobierno y que de esa manera serán “más libres e imparciales al servicio del pueblo”. En Venezuela esto es lo que ocurre y precisamente todos aquellos que han expresado sus discrepancias con el régimen bolivariano que preside el Sr. Maduro ahora y en su día Chávez, están en la cárcel. ¿Esto es una verdadera democracia? ¿Esa es la verdadera libertad de expresión? Yo, me alegro de ser español y me compadezco del pueblo venezolano. Espero que pronto cambie esa situación y que entre todos colaboremos para que los presos políticos vuelvan a ser libres.
De todas maneras a mi entender creo que hay un error conceptual sobre la libertad de expresión, de hecho está regulada, me explico, si tu insultas, difamas o realizas injurias sobre alguien sin aportar pruebas, éste te puede denunciar y te pueden sancionar. No es normal en una sociedad civilizada, ni son formas ni puede salir “gratis” faltar a la madre de nadie.
Sin embargo, lo que sí debemos fomentar, sobre todo en los niños, que son las nuevas generaciones que dirigirán a la sociedad, es la libertad de pensamiento. Nosotros los adultos (padres, abuelos, profesores, monitores, etc.), debemos dejar que nuestros niños elijan lo que quieren ser, desde por ejemplo: la actividad extraescolar, el equipo de futbol, lo que quieren estudiar, la profesión, la religión, el partido al que votar, etc.,
Yo cuando oigo hablar a mucha gente se refiere así “mis hijos serán……., mis hijos jugarán……, mis hijos estudiarán……. Con una actitud de pertenencia, de posesión. Es normal que les orientemos, que les aconsejemos, pero a veces, más por experiencias vividas que por sabiduría, pues en algunas cosas sobre todo de actualidad ellos disponen de más conocimiento. No adoctrinemos a nuestros hijos, dejemos que sean lo que quieran ser y si hay algo en lo que les podemos guiar, es en saber respetar a los que nos son como ellos, a los que no piensan lo mismo que ellos, a saber convivir y sobre todo a que sean lo que ellos quieran ser, pero sobre todo a que sean buenas personas.
Eduquemos a nuestros hijos desde el amor y desterremos el odio y el rencor, por desgracia la historia está llena de horrorosos capítulos donde la humanidad no ha sabido encontrar la Paz y convivencia y ha destinado al enfrentamiento entre personas, las páginas más deleznables de la historia. Por favor no lo volvamos a repetir.
Francisco Muñoz